Hablamos de las palabras “envase”, “packaging” y “embalaje” como si los tres conceptos fueran sinónimos, pero no es así, existen diferencias entre ellos.
Envase
En primer lugar, un envase es un recipiente que contiene o guarda un producto, y que está en contacto directo con él. La principal característica que debe cumplir un envase para asegurar su función es que proteja correctamente el producto. Esta condición, que puede parecer muy obvia, es crucial para el buen mantenimiento y preservación del componente que se encuentre dentro del envase. En el caso de medicamentos o productos de higiene, aún cobra más importancia.
Packaging
El segundo concepto a explicar es el packaging. La principal función es la de resguardar, contener y proteger el envase. De esta forma, mientras la función principal del envase es albergar el producto, la del packaging pasa por aportar un valor estético, vestir el producto y hacerlo reconocible y atractivo para el consumidor.
Aun así, la razón por la cual se tiende a confundir estos conceptos es porque dependiendo de si el packaging es primario, secundario o terciario puede adoptar la función de envase o de embalaje; a continuación se explica.
- Primario
Cuando el packaging reemplaza al envase y cumple la función de este, hablamos de packaging primario. En este caso, se trataría de un recipiente que está en contacto directo con el producto, lo alberga y resguarda; pero a la vez es lo que se presenta al cliente. A la función de seguridad del envase le se suma el valor estético propio del packaging. Un ejemplo son los bricks de leche.
- Secundario
La principal función del packaging secundario, como se ha comentado anteriormente, es la de resguardar, contener y proteger el envase. Además, cumple también una función estética y de marketing, y aporta valor añadido al producto.
- Terciario
El packaging terciario es lo mismo que el embalaje; explicaremos su significado a continuación.
Embalaje
El embalaje (o packaging terciario) son todos los materiales que se destinan a proteger el producto ya envasado y empaquetado, con el fin de que llegue a su destino sin que se rompa o se deteriore. Otra función del embalaje puede ser la de unir varios productos, especialmente si son pequeños. Algunos ejemplos de embalaje son las cajas de cartón, los palets, el plástico de burbujas o la cinta aislante.
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Fuente: Envaselia